Escapar de la droga

Tiempo - 7 de Agosto de 2006

tiempodehoy.com

Sol Bacharach saca una foto del bolso y la enseña. Quien la ve no reconoce a nadie en esa cara tensa, arrigada, ojerosa, que mira hacia ninguna parte. Nada que ver con la chica rejuvenecida que ha sacado la foto del bolso. Pero son la misma persona.

Sol Bacharach, presidenta ejecutiva del Centro Terapéutico Mare Nostrum, ha tenido una vida muy dura. A su anterior marido lo asesinó ETA. Perdió a una hermana en terribles circunstancias por culpa de la adicción al alcohol. Y ella, una mujer de mundo, doctora en Derecho Mercantil, se encontró de pronto con que se estaba hinchando a tomar pastillas para dormir y alcohol para reforzar el efecto de las pastillas. Y no podía dejarlo.

Ingresó en lo que entoces era el Centro Terapéutico del Vallés. Logró superar su adicción y hoy es el alma de ese mismo centro, rebautizado como Mare Nostrum desde que asumieron la gestión Sol y su marido, el empresario valenciano Vicente Muñoz-Pomer.

Hoy es un impresionante lugar ubicado en el pueblo de La Garriga (Barcelona), en el que un máximo de 40 personas son atendidas por un equipo de médicos y terapeutas que les ayudan a vencer su adicción, sea ésta al alcohol, las pastillas, el cannbis, desde luego la cocaína...

82% de rehabilitados

La razón de crear un centro así, privado y tan cómodo como el mejor hotel, es que, en el mundo de las adicciones se puede llegar a la marginalidad pero no es necesario. Todo el mundo lamenta el problema del heroinómano que vive en la calle. Pero nadie piensa en que hay médicos, abogados, financieros, que son drogadictos y que no encajarían en las granjas y centros de desintoxicación habituales. Pero su problema es tan grave como el que más, y no abundan en Europa centros donde estos enfermos puedan encontrarse a gusto. Ahí es donde aparece Mare Nostrum.


Sala de terapia

El tratamiento no es barato: 21.000 euros por dos meses, pero el equipo de más de veinte personas entre terapeutas, médicos, psicólogos, monitores y enfermeras, están orgullosos de un 82% de éxitos. El secreto está en, primero, la desintoxicación del enfermo que llega, como dice la doctora Álvarez, "casi siempre con una escopeta en la espalda, suya, de su familia, de su trabajo, pero eso no está mal: el caso es que llegue. Aquí hacemos que el paciente sea el motor de su propia recuperación". Luego está la deshabituación: la adicción cambia los hábitos del paciente y hay que ayudarle a recuperar las costumbres anteriores; además, claro, de identificar las situaciones de riesgo para evitar recaídas. La tercera fase es la "rehabilitación": recuperar las habilidades perdidas, lo que uno sabía hacer y le hacía feliz antes de caer enfermo. Son los grandes momentos de la terapia grupal e individual, aveces también con la familia del paciente. Y llega, por fin, la "reinserción", la preparación del enfermo para volver a su familia y a su trabajo, si no curado (las neuroadaptaciones nunca se borran), sí preparado para vivir sin consumir, y además feliz y bien. Como dice la doctora Álvarez, "es igual que volver a enseñar a andar a alguien que ha olvidado cómo hacerlo". ¿Cuál es la principal dificultad?

La primera: que el enfermo admita lo que es, que deje de decir eso de "yo esto lo controlo". Como dice Sol Bacharach: "La peor enfermedad es la del autoengaño".


www.centromarenostrum.org





Datos adjuntos con el artículo:

Estadistica consumo cocaina en Europa



Cocaina por delante de la heroina



Españoles cocainomanos











Marenostrum en Tiempo
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Última actualizacin: 26-10-2015